Fuente
1. Manifiesto de Miguel Primo de
Rivera, Capitán General de la IV Región.13 de septiembre 1923
“Al
país y al Ejército españoles: Ha llegado para nosotros el momento
más temido que esperado (porque hubiéramos querido vivir siempre en
la legalidad y que ella rigiera sin interrupción la vida española),
de recoger las ansias, de atender el clamoroso requerimiento de
cuantos, amando la Patria, no ven para ella otra salvación que
libertarla de los profesionales de la política, de los hombres
que por una u otra razón nos ofrecen el cuadro de desdichas e
inmoralidades que empezaron en el año 98 y amenazan a España con un
próximo fin trágico y deshonroso. La tupida red de la política de
concupiscencias ha cogido en sus mallas, secuestrándola, hasta la
voluntad real. [ ... ]. Este movimiento es de hombres: el que no
sienta la masculinidad completamente caracterizada, que espere
en un rincón, sin perturbar los días buenos que para la patria
preparamos. Españoles: ¡Viva España y viva el Rey! No tenemos que
Justificar nuestro acto, que el pueblo sano demanda e impone.
Asesinatos de prelados, ex gobernadores, agentes de la autoridad,
patronos, capataces y obreros; audaces e impunes atracos;
depreciación de moneda; francachela de millones de gastos
reservados; sospechosa política arancelaria por la tendencia, y más
porque quien la maneja hace alarde de descocada inmoralidad;
rastreras intrigas políticas tomando como pretexto la tragedia de
Marruecos; incertidumbres ante este gravísimo problema
nacional; indisciplina social, que hace el trabajo ineficaz y nulo,
precaria y ruinosa la producción agrícola e industrial; impune
propaganda comunista; impiedad e incultura; justicia influida por la
política; descarada propaganda separatista, pasiones
tendenciosas alrededor del problema de las responsabilidades[ ... ]”
Fuente
2. Manifiesto de renuncia de Alfonso XIII,
publicado en La Vanguardia de Barcelona
el 17 de abril de 1931.
“Las
elecciones celebradas el domingo me revelan claramente que no tengo
el amor de mi pueblo. Mi conciencia me dice que ese desvío no será
definitivo, porque procuraré siempre servir a España, puesto
al único afán en el interés público hasta en las más críticas
coyunturas. Un Rey puede equivocarse y sin duda erré yo alguna vez,
pero sé bien que nuestra Patria se mostró siempre generosa ante las
culpas sin malicia. Soy el Rey de todos los españoles y también un
español. Hallaría medios sobrados para mantener mis regias
prerrogativas en eficaz forcejeo contra los que las combaten;
pero resueltamente quiero apartarme de cuanto sea lanzar a un
compatriota contra otro, en fratricida guerra civil. No renuncio a
ninguno de mis derechos, porque más que míos son depósitos
acumulados por la Historia de cuya custodia me han de pedir un día
cuenta rigurosa. Espero conocer la auténtica expresión de la
conciencia colectiva. Mientras habla la nación suspendo
deliberadamente el ejercicio del Poder Real reconociéndola como
única señora de sus destinos. También quiero cumplir ahora el
deber que me dicta el amor a la Patria. Pido a Dios que también como
yo lo sientan y lo cumplan todos los españoles. Alfonso. Rey”.
1.
Describa el tipo de fuentes utilizadas 2. Identifique las ideas
principales, situando los textos en su contexto histórico y núcleo
temático correspondiente.
3.
Explique cuál fue la política de España en el Rif. ¿Qué
problemas hubo en los años 1909 y 1921? ¿Qué consecuencias
tuvieron para la visada política española?
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