Tema: Razones del
intervencionismo militar
El ejército adquirió un gran
protagonismo político en la historia contemporánea de España por varias
razones:
1)
Por su intervencionismo en las guerras del siglo, en las cuales adquiere
fama y prestigio.
2)
Por la incapacidad de la Corona y de los partidos políticos para establecer un régimen político estable.
3)
Por el elevado número de oficiales,
la preponderancia militar.
A lo largo del siglo XIX, el
ejército colaboró en la construcción y consolidación del Estado liberal. Incluso
en varios momentos clave hubo gobiernos presididos por generales tanto de
afiliación progresista como moderada (Narváez, Espartero, O’Donnell…). El
ejército utilizó el
pronunciamiento militar, una acción militar, normalmente dirigida por un
dirigente de alto rango del ejército, para derrocar al gobierno existente y
establecer un nuevo gobierno o para obligar al gobierno a
cambiar algún tipo de ley.
En la Guerra de la Independencia
(1808-14), los militares apoyaron a las guerrillas, formadas por el pueblo,
para oponerse al ejército francés. Durante el reinado de Fernando VII
(1814-1833), el ejército liberal protagonizó el pronunciamiento de Cabezas de
San Juan (1820), sublevándose contra la política absolutista de Fernando VII, y
obligando al rey a acatar la Constitución de 1812.
En la Regencia de Mª Cristina (1833-1840), la
Milicia Nacional apoyó la acción revolucionaria que estalló en la mayoría de
las ciudades en 1835, oponiéndose al nombramiento de un liberal moderado como
jefe de gobierno. En 1836, se produjo el Pronunciamiento de los Sargentos de la
Granja, por el cual obligaron a la regente a restablecer la Constitución de
1812 y a nombrar al liberal progresista, Calatrava, como jefe de gobierno. En
la Guerra carlista, el ejército liberal, que contaba con mayores recursos
económicos y humanos, logró vencer al ejército carlista que defendía el
absolutismo.
Regencia de Espartero (1841-43).
La represión por parte del general progresista Baldomero Espartero fue muy
dura, y provocó el descontento de la burguesía, de los obreros, de los
políticos… y un pronunciamiento en Torrejón de Ardoz, protagonizado por el
general Narváez, puso fin a su regencia.
Durante el reinado de Isabel II
(1844-1868), fueron frecuentes las revueltas y los pronunciamientos que se oponían
a los liberales moderados. Las reformas ultraconservadoras de Bravo Murillo a
partir de 1852 no fueron aceptadas y en 1854, el pronunciamiento conocido como
“la Vicalvarada” puso fin a la Década Moderada, iniciándose el Bienio Progresista
(1854-56), y en el Manifiesto de Manzanares se proponía el restablecimiento de
la Milicia Nacional. Entre 1863-68, se sucedieron gobiernos cada vez más
autoritarios que provocaron el estallido de insurrecciones, como la de 1866
protagonizada por los Sargentos del Cuartel de San Gil.
En 1868, se produjo un
pronunciamiento militar en Cádiz y una revolución conocida como “la Gloriosa”,
que puso fin al gobierno de los moderados y a la monarquía de Isabel II. Se
inició el Sexenio Democrático (1868-74),
y los generales protagonistas del pronunciamiento asumieron el gobierno
provisional y convocaron elecciones para Cortes constituyentes. En 1874, el
capitán de la guardia civil, Pavía, puso fin a la I República española, y,
finalmente, el general Martínez Campos protagonizó un pronunciamiento en
Sagunto que aclamó a Alfonso XII como rey.
Durante la Restauración
(1875-1898), Cánovas del Castillo creó un sistema político que dio estabilidad
a España, y apartó al ejército de la vida política española.
El primer pronunciamiento militar del
siglo XX fue el efectuado en 1923 por Miguel Primo de Rivera, capitán general
de Cataluña, mediante un manifiesto en el que decía que habría una dictadura
militar hasta que mejorara la situación del país. El segundo pronunciamiento militar
del siglo XX fue el efectuado por José Sanjurjo en Sevilla en el año 1932, que
fue rápidamente aplastado y solo triunfó en Sevilla.
El pronunciamiento militar de 1936 fue el
principio de una guerra civil que duró tres años y es el pronunciamiento militar
más importante de la historia contemporánea de España. Comenzó el 17 de julio
con la sublevación de la Legión y de los regulares de Melilla, siguió con el
alzamiento de las tropas del protectorado de Marruecos al mando del general
Francisco Franco el día 19 y se extendió rápidamente al resto de la península
entre el 17 y el 19 de julio.
El intento frustrado de golpe de
estado por parte del teniente coronel Antonio Tejero el 23 de febrero de 1981, ha sido la última
intervención del ejército en nuestra política.
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